Saturday, May 06, 2006

Dios creó el mundo en 8 días... bueno, el mundo en siete; el octavo día creó Internet. Pienso yo que, claro, en los primeros momentos el padre de la humanidad, para más señas, el Adán; no sabía que hacerse con su costilla. Que oiga, sus dolores de cabeza le costaba al pobre sólo de verla, que sin haberse inventado el lenguaje ya quería ella parlotear y leer las revistas del corazón. Hablar no hablaba la pobre criaturita, pero solo de verla pensar la pobre..., daba lástima. Parecía a punto de reventar. Así que Dios pensó que tendría que idear un entretenimiento para el pobre Adán e inventó Internet precisamente el octavo día, que digo yo que vaya días más largos se gastaban entonces oiga, que daba tiempo a crear el mundo. Pensará usted que Internet tenía letras entonces, pues no, lo que tenía era la primera página porno del Génesis. Ya ve que me cuido de decir "de la historia", que historia lo que se dice historia llegó a luego, de que parió la burra la escritura. En qué estábamos, a sí, en el Génesis. Pues eso, que lo que quería Dios era darle un manual de instrucciones a Adán para usar la costilla como es debido. Que como no habia ni habla ni letras, y por gestos estaba el pobre cansao de intentar explicarse, y nada, que el Adán era mucho Adán. Ya me entiende. Claro estaban los pobres sin herederos y a Eva la hicieron mayor ya. Que Dios pensaba que se le pasaría el arroz antes de que el Adán se coscara de lo que había que hacer pa traer churumbeles al mundo. En estas que terminó Dios de inventar Internet, se dirigió al Adán y acabó enseñándoselo. No sabe usted que padre universal tan listo tuvimos. Se enteró al punto del manejo... de Internet, pero oiga; como si hubiera estado en ello toda la vida. Dios, complacido como estaba por la inteligencia que demostraba su obra magna, lo dejó alli con el Internet que el Adán ni se enteró de que se había ido. Volvió el Santísimo a las dos horas y encontró a Adán todavía con Internet... qué vicio le pilló oiga, que estaba Dios cada día más orgulloso de su nuevo invento. Dicen que fue, el Adán, el primer hacker del Génesis... y el último, que a luego explicaré el porqué. Un día que Dios bajó a ver al Adán, lo pilló cascándosela. Dios inmediatamente le hizo comprender que eso estaba muy mal, que salían granos, que se iba a quedar ciego, lo típico; y que eso que veía en internet era para que lo hiciera con su costilla. Adán se lo quedó mirando, que porque no se había inventao el habla aún, que si no hubiera replicao el pobre, reticente como era. Que si el Adán se quedó ciego fue por el ansia. Claro, todo el santo día mirando la pantalla del ordenador varios años seguidos, ya me dirá usted; con lo largos que se gastaban entonces, los años. La Eva fue siempre la más lista y comprendió enseguida lo que Dios quería de ella. Por supuesto, estuvo tres meses diciendo que no, hasta que a otro día se levantó por la mañana y dijo que sí que bueno. En estas, le enseñó Dios como se debía de hacer una mamada y así fue como fueron engañando al Adán para que se prestara al coito. Claro, el animalico ca vez que la entreveraba se ponía to nerviosico, que ponía los ojos en blanco y todo. Y Dios no vea usted que susto en creer que le había salido epiléptico. Menos mal que no, que parece ser, que lo de los ojos era del placer. Vamos que el Adán a lo primero no quería meterla pero a luego no quería sacarla. Como andaría de encoñao con la costilla, que se le olvidó internet. Pero oiga, no vaya a creer, por completo se le olvidó. Que nadie se volvió a acordar de Internet hasta el años sesenta, de nuestra era. Que ya han pasao años ya, de los largos aquellos y de los cortos de ahora.